Crucifixión

El Viernes Santo es el resumen de la Semana Santa. En las diversas procesiones que recorren la ciudad se agolpan imágenes nazarenas siendo los cristos crucificados los verdaderos protagonistas.



Al medio día, la procesión se encabeza con la "exaltación de la cruz", es decir, el levantamiento de la cruz con cuerdas y sogas para empalar a Cristo. Los primeros clavos dejan las huellas.


Traspasado por una lanza.




Las mujeres al pie de la cruz ponen sus cabellos para limpiar sus pies como el Maestro previamente había hecho con sus apóstoles.


Al pie de la cruz, quedan los fieles: Juan, el discípulo que le había confesado su amor; y María, su Madre y la de la Iglesia.


Entrega y sufrimiento.






Clavado en la cruz, abriendo los brazos para acoger a la Humanidad.




Muerto en la cruz. Es bajado y dejado en el sepulcro de un amigo (José de Arimatea). No sin antes ser llorado por su madre en su regazo.

 





El esfuerzo tendrá su mérito. Se abraza el banzo, se siente la pasión, vives la penitencia desde el nazareno de fila que con la tulipa iluminas tu corazón con la fe que brota de la entrega del Amor y de alguna manera se comparte ese mismo sufrimiento de Cristo por la Humanidad. 




Pero Cristo resucitará al tercer día...


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