Al tercer día

La mañana de la Resurrección, cuando las mujeres se acercan al sepulcro y se encuentran con el ángel que le dice que Cristo ha resucitado, supuso, en sus vidas probablemente el momento más intenso e importante. Se encendía la luz que hasta entonces permanecía en las tinieblas. Cristo-Luz iluminaba todo dándole sentido a su propia muerte.


Vestidos de blanco se va al encuentro de Jesús resucitado.


Él es nuestra victoria porque como dice San Pablo: "una vez muerto, ya no muere más".





Su madre enlutada se dispone a encontrarse con su Hijo.


El compendio de la Semana de Pasión es esta imagen que recoge el verdadero misterio de la fe cristiana y católica. Cristo ha muerto por amor y por su entrega nos ha salvado del pecado y de la muerte. Nos ha rescatado y vivos en él resucitamos.



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